¿Qué pasa en la UNAH?

¿Qué pasa en la UNAH? Es un esfuerzo por comprender la dinámica y los cambios que se han venido suscitando en la universidad en los últimos años, con el objetivo de avanzar en lecturas que nos permita una mejor aprehensión de nuestra realidad y de esa forma poder reorientar nuestro discurso y nuestro accionar.

Contexto detrás de la IV Reforma Universitaria

Por reforma universitaria comprendo el proceso académico, político, institucional que toda universidad pública pone en marcha para darle respuesta a los problemas del estudiante y responder con propuestas, desde la ciencia y la técnica, a los problemas sociales que los países enfrentan.

La sociología de la reforma universitaria no registra bajo sus registros académicos un cuarto proceso de reforma universitaria desarrollado en la universidad pública Latinoamericana.

Aunque pareciera que el caso de la UNAH, el término cuarta reforma, solo es un término para diferenciar un proceso de transición de la reforma universitaria que busca repensar ciertos procesos.

¿Por qué un proceso de cuarta reforma universitaria? ¿Bajo qué contexto económico y político surge? ¿Bajo qué postulados teóricos se sustenta? ¿Cuál es su dinámica? ¿Ha logrado este proceso avanzar hacia un proceso integral de reforma?, ¿Cuál es su estado actual?

¿Por qué un proceso de cuarta reforma universitaria?

  1. Primero, la crisis de gobernabilidad debido a la falta de una modernización administrativa que diera paso a la consolidación de un nuevo modelo institucional, operativo, transparente y eficiente;
  2. Segundo, la crisis política representada en la corrupción que los frentes estudiantiles habían mantenido por más de tres décadas en los órganos de gobierno universitario;
  3. Tercero, la crisis académica que se caracterizaba por el invalidado avance de la universidad en los procesos de acreditación y regionalización de la educación, sumado a esto, la inexistencia del fortalecimiento de la docencia, investigación y la extensión universitaria. Estos elementos sentaron las bases teóricas y prácticas para la construcción a lo que se le denomino la Cuarta Reforma Universitaria.

¿Bajo qué contexto económico y político surge?

Un contexto de país marcado por los efectos provocados por el Huracán Mitch que entre otras cosas evidenciaron ciertos elementos y produjeron profundas transformaciones: por un lado, la nueva cuestión social o nuevos problemas sociales que salieron a relieve con ese hecho (migración, marginalidad, pobreza, exclusión social, exclusión política, corrupción del Gobierno, ausencia de un modelo de desarrollo económico, entre otros) fueron algunos de los elementos que provocaron dos tendencias: la necesidad de orientar todo el sistema institucional público en concordancia con toda la nueva cuestión social, lo que pretendió ser una coordinación interinstitucional a largo plazo bajo mecanismos de planificación como el Plan Maestro de Reconstrucción Nacional, Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP) y El Plan de Nación y Visión de País.

La segunda tendencia, era la necesidad de que el país y todo su sistema institucional entrara en un fuerte proceso de modernización que conllevara a la eficiencia, calidad, control y competitividad de las institucionales públicas, ante los desafíos de la problemática nacional y a los desafíos que representa la globalización económica.

Ese amplio contexto estará presente en documentos centrales de la cuarta reforma universitaria como, los Lineamientos Generales de la IV reforman universitaria. Veamos algunos de sus fundamentos “la tarea de la universidad tiene que estar en miras de que el país pueda superar la crisis que afecta a todos los ámbitos de la vida…. Propiciar la transformación de Honduras en una sociedad moderna, con identidad nacional, con una organización social participativa e incluyente y con una economía equitativa” (Comisión Técnica de la IV Reforma Universitaria, UNAH; 2000).

No solamente se visualizó la necesidad de una reforma que diera respuestas a las crisis de la universidad, sino que la puesta en marcha de dicha reforma fuera garante que en la universidad se tomara el sentir social de la época y desde la ciencia y la técnica dar respuestas y abonar a los procesos de transformación social.

¿Bajo qué postulados teóricos se sustenta?

Uno de los grandes puntos a señalar en el actual proceso de reforma es la ausencia del debate que sienten las bases epistemológicas que oriente el desarrollo y practicidad del actual proceso de reforma. La ausencia del debate epistemológico producto de la crisis de pensamiento (ordenar las ideas y la acción) está conllevando que en la UNAH no se hayan puesto a discusión preguntas como: ¿Qué es la universidad? ¿Qué Reforma Universitaria para Honduras? ¿Cuál es la dinámica de la universidad? ¿Qué es el mundo universitario?

La universidad comprendida como un campo social en el que fuerzas políticas, estudiantiles y académicas buscan la obtención de la legitimidad, en la búsqueda constante de espacios institucionales para luchar por la obtención del capital científico y técnico, conlleva a que el seno de la universidad, comprendida como el templo de la razón social y del conocimiento científico, se sustente en todo proceso de reforma “el qué hacer y deber ser” de la universidad. La existencia de un vacío epistemológico en torno a las figuras de universidad y reforma universitaria requiere de gran atención y señalamiento ya que esa ausencia atenta con la noción de universidad pública.

Aunque en el segundo texto clave para comprender el sustento teórico de la cuarta reforma, basta con retomar lecturas como la del Plan General para una Reforma Integral de la universidad elaborado por la junta de transición universitaria en el 2006. El plan establece “para que la universidad se refunde es necesario avanzar en la universalidad del conocimiento científico, la pluralidad de las ideas, la ciencia y la técnica al servicio de la sociedad”.

Conceptualización suficiente para deducir múltiples supuestos teóricos. Pero en el caso de la UNAH la reforma universitaria y sus supuestos teóricos son de un carácter espontaneo que no permite avanzar en la construcción de un pensamiento colectivo que funde las bases para el quehacer académico social de la reforma.

La universidad pública y sus procesos de reforma universitaria siempre han sido del total intereses en la lógica del pensamiento dominante (empresa privada, corporaciones internacionales, gobiernos conservadores, organismos internacionales de cooperación). Dos grandes líneas de pensamiento suscriben el accionar de la reforma universitaria en el siglo XXI: el pensamiento único neoliberal, que bajo la figura del capitalismo académico impone procesos de racionalización económica en el seno de la universidad pública; y, por otro lado, el multiculturalismo que bajo el postulado de universidad popular trata de avanzar hacia una ecología de saberes en el seno de la universidad que dicte nuevos procesos de cambio social.

La cuarta reforma y sus sustentos conceptuales establecidos por la Junta de Transición Universitaria (2006-2008), pareciera acercarse a la segunda lógica de pensamiento educativo, aunque en la actualidad pareciera estar más orientada a la primera.

¿Ha logrado el actual proceso de reforma universitaria avanzar hacia un proceso integral de reforma?

Una de las grandes deudas del actual grupo que dirige la universidad, es precisamente, profundizar los avances cualitativos de la reforma (docencia, investigación y la extensión universitaria). A once años del actual proceso de reforma las líneas estratégicas, resultados e indicadores para el avance integral de la reforma establecidos por la junta de transición universitaria, son una deuda histórica.

Algunos de los ejes estratégicos son: avanzar en la construcción de un nuevo gobierno universitario, la participación estudiantil es ilegítima impuesta por las autoridades universitarias en un solo órgano de gobierno como lo es el consejo universitario, soslayando al FEUH y la Asociaciones de Facultades; el avance de la reforma académica es cuestionable, la acreditación de las carreras es nula y la pocas carreras con reforma curricular presentan las características de ser impuesta desde la “tecnocracia” sin participación estudiantil y de los sectores sociales del país.

Los procesos de investigación científica carecen de libertad y de compromiso con el cambio social, ya que los mismos son impuesto por la agenda internacional de los donantes; la regionalización de la educación bajo la figura de los centros regionales es un proceso fallido y plagado de las practicas más conservadoras y antiacadémicas en donde la mayoría de estos centros están en el olvido y no producen ciencia y conocimiento para el desarrollo regional; y la ausencia de una reforma institucional dinámica y flexible, y lo que vemos es una centralización de poder en manos de rectoría y vicerrectoría académica.

La Junta de Transición priorizo un tipo de indicadores de la reforma basados en la modernización académica de la universidad, la participación estudiantil como eje central de la reforma; una reforma institucional dinámica que incluyera en la reforma académica a los departamentos de carreras y decanaturas; y por ultimo una reforma donde la investigación científica estuviera al servicio de los problemas sociales del país.

Pareciera que la cuarta reforma universitaria ha quedado relejada del actual accionar del bloque dirigente que rectora la universidad.

¿Cuál es la dinámica actual del proceso de reforma universitaria?

Con lo antes explicado nos encontramos en una contraofensiva hacia la concepción de universidad pública y reforma universitaria. Tres son los elementos que nos ayudan comprender el distanciamiento del actual bloque que dirige la universidad con los lineamientos generales de la reforma universitaria propuestos por con la Comisión de Transición Universitaria del 2006 al 2008.

  1. El golpe de estado y la reforma educativa pública nacional:

Con el golpe no solo se pone en evidencia la crisis política que por más de 10 años demostraba el sistema político nacional. El golpe también pone en evidencia la crisis de valores culturales que por más de 20 años han legitimado el sistema social y político del país.

La crisis política y la crisis cultural equivale a decir crisis de hegemonía de los bloques históricos (clases económicas y sistemas ideológicos) que mantenían las estructuras sociales de la nación. La crisis de hegemonía trae consigo el desarrollo de nuevos bloques históricos que buscan la instauración de un nuevo orden social. El orden social producto del Golpe de Estado se sustenta en una nueva clase económica que para mantener la hegemonía (Poder y orden) ha desarrollado una serie de estrategias políticas (policía militar, control de los poderes del estado), estrategias económicas (concesión de territorio, ciudades modelos) y estrategias ideológicas culturales (fundamentalismo religiosa-racional, educación, cultura).

Las estrategias ideológicas en las que se inserta el sistema educativo son de suma importancia para lograr la hegemonía de los nuevos bloques históricos (Juan Orlandistas) ya que en el sistema educativos es donde se interiorizan y reproducen los valores de las clases dirigentes. Por eso no es casual que una de las reformas educativas mas serias y profundas del país (Ley Fundamental de Educación y ante Proyecto de Educación Superior) hayan sido puestos en marcha en plena reconfiguración de los embates dejados por el Golpe de Estado de 2009.

  1. El Plan de Nación y Visión de País.

Aunque es pronto para establecer que el plan de nación y visión de país y los procesos de reforma educativa tienen una relación intrínseca hay ciertos elementos que nos permiten establecer algunas nociones.

Un primer elemento es que estos mecanismos en ningún momento priorizan el desarrollo de la escuela pública y de la universidad pública (considerando que la Ley Fundamental de Educación se desarrolló teniendo como referencia dicho plan y dicha visión y las líneas estratégicas de investigación de la UNAH estén bajo esos principios).

El plan de nación y visión de país (que para muchos ya se olvidó de la agenda gubernamental) considero que en el ámbito de desarrollo social y educación sigue teniendo una vigencia que es importante y necesario resaltar.

Como segundo punto es la regionalización del desarrollo económico. La concepción de desarrollo que se vende en dichos instrumentos es la creencia occidental que todo puede estar en manos del capital privado (conservadurismo) y las alianzas públicas privados (neo-conservadurismo), que además de ser un desarrollo euro centrista exige fuertes niveles de especialización y profesionalización de la mano de obra.

La globalización económica y la economía de producción basada en el conocimiento es una de las grandes apuestas de la política económica que está detrás del plan de nación y visión de país. La economía basada en el conocimiento exige una fuerte profesionalización de la mano de obra que mucha de las veces se rige bajo el paradigma de la técnica y la aplicación que, entre otras cosas, significa la formación de profesionales para el mercado laboral.

La técnica y la profesión en el desarrollo de la economía basada en el conocimiento es de suma gravedad, ya que las unidades académicas que no estén acorde a esta visión de desarrollo se ven en la necesidad de cerrarse. Por eso no es extraño que en sistema de educación primaria se estén fragmentado y eliminado del currículo nacional básico materias como sociología, filosofía, artes, historia, entre otras; y que carreras como magisterio hayan cambiado su lógica formativa de tres años para graduar profesionales de la educación; y que muchos colegios del país estén siendo traslados a hacer colegios técnicos. La técnica y la excesiva profesionalización ponen en evidencia la crisis del pensamiento social.

La regionalización del desarrollo bajo la economía basada en la técnica y las profesionalizaciones está conllevando a que las reformas educativas no incentiven el desarrollo de la investigación científica para darle respuestas a los problemas del país, la creación del sujeto social con valores humano, éticos, critico, reflexivo que se aleje de las visiones y prácticas de la sociedad de consumo. Bajo el paradigma de la sociedad del consumo el sujeto es visto como maquina técnica que las profesiones orientan para legitimar los niveles de desigualdad social, política, económica y cultural en nuestras sociedades. El plan de nación y visión de país no están alejados de ese paradigma.

En el caso de la universidad publica hemos visto como en los últimos años la universidad Pedagógica Francisco Morazán (UPNFM), entro el mismo proceso que se viene desarrollando con la educación media. En la UNAH se presenta lo mismo y vemos en los últimos años una excesiva oferta de carreras técnicas, posgrados y carreras para nada afines a la realidad sociales y un detrimento excesivo de las disciplinas académicas y científicas generadoras de conocimiento crítico y reflexivo.

  1. El Julietismo como bloque histórico neoconservador

La UNAH desde la década de los 90 se ha visto inmersa en una serie de crisis hegemónicas que han venido poniendo en cuestión el deber ser y quehacer de la universidad. A diferencia de lo que paso en el periodo del pos golpe de estado, en la universidad los esfuerzos por salir de esas crisis se vienen manifestando desde principios del año 2000, en una fuerte tarea emprendida por sectores académicos e intelectuales del país.

En ese marco favorable y desfavorable para los intereses de la educación pública universitaria señalamos las tres fases históricas en las que se ha venido desarrollando el actual proceso de reforma universitaria y nos detendremos en analizar la tercera fase la cual hace referencia a la entrada de Julieta Castellanos a fungir como rectora de la universidad.

Las fases de la cuarta reforma universitaria

A nivel de dinámica universitaria la puesta en marcha de la cuarta reforma universitaria la podemos establecer bajo tres grandes momentos:

  1. 2000-2004: la Rectora Ana Belén Castillo, al ser consciente de la crisis que se desembocaba en la universidad (crisis administrativa, académica y política) se ve en la necesidad de sentar las bases para desarrollar un nuevo pacto educativo universitario, que permitiera comprender los problemas de la universidad y sus desafíos como institución pública al servicio de la sociedad. En ese marco se crea la comisión técnica de la cuarta reforma universitaria que tenía como objetivo identificar las áreas críticas de la institucionalidad de la universidad. La comisión técnica realizaría lecturas importantes que permiten comprender el estado de la crisis y sus elementos más críticos.
  2. 2005-2008: la crisis institucional de la universidad y la imposibilidad de la institución de poder dirigir su régimen académico y administrativo, conllevaron a que en el 2005 la universidad fuera intervenida por el Congreso Nacional de la República. Lo importante de esta fase, por un lado, la podemos ubicar como un elemento que da origen a la Ley Orgánica de la Universidad como un esfuerzo por avance en una nueva dinámica organizativa y académica que le permitiera la universidad salir de la crisis en la que se encontraba.

Y, por otro lado, se retoma el trabajo de la comisión técnica de la reforma y se crea la Comisión de Transición Universitaria (que hace el papel de Rectoría) que tenía como objetivo poner en manifiesto el desarrollo de una reforma universitaria integral que permitiera a la universidad posicionarse académicamente y políticamente ante los desafíos de país. Los aportes de la junta de transición lo podemos ubicar en tres grandes aspectos. El primero, la instauración de un nuevo gobierno universitario que avanzara en la democratización de la universidad. El segundo se refería a la necesidad de poner en marcha una reforma académica con pensamiento crítico y reflexivo que abonara a los problemas de país y tercero, lo referente a la dinámica organizativa de la universidad, la creación de direcciones y facultades que permitieran mejorar la comunicación en la universidad con el objetivo de lograr la descentralización administrativa de la universidad.

A 11 años de la reforma vemos lo contrario: una reforma que ha cerrado los espacios de participación estudiantil, una reforma que prioriza las necesidades del mercado y una reforma que es controlada desde rectoría bajo mecanismos autoritarios y tecnócratas en el manejo del espacio público universitario.

  1. 2009-2015: se desarrolla la fase democrática en la universidad en el cual las autoridades fueron elegidas bajo mecanismos establecidos en la ley orgánica. Comienza la era de la puesta en marcha de la reforma integral de la universidad establecida desde la comisión de transición universitaria, sintetizada en el documento “Plan Integral para una reforma universitaria integral”.

En gran medida dicho plan proponía elementos de reforma novedosos que nos permitía avanzar en una reforma académica que respondiera a los problemas de estudiante y del país. Con la entrada de Julieta Castellanos y el Golpe de Estado de 2009 el proyecto académico propuesto por la comisión de transición fue soslayado y desde entonces se viene poniendo en marcha “un experimento de reforma “no una “reforma universitaria”.

El golpe de estado de 2009, la crisis de hegemonía y reconfiguración de esa crisis con el surgimiento de nuevos sectores políticos y académicos en la esfera social que en el caso de nuestro país dicha reconfiguración está siendo materializada bajo la política educativa nacional que se viene desarrollando desde el 2010, el plan de nación y visión de país 2011, y los actuales instrumentos de desarrollo económico y políticos impulsados por el Gobierno de Juan Orlando Hernández.

Imposible comprender la dinámicas y apuestas del Julietismo sin hacer referencia a los últimos sucesos ocurridos en la vida política del país. Ya que el Julietismo aparece como un sector del bloque histórico que luego del golpe de estado legitima la reconfiguración de la clase hegemónica que en los últimos años viene controlando la cuestión económica, cultural y política del país.

Para comprender al Julietismo como bloque histórico neo-conservador proponemos las siguientes categorías de análisis:

  1. Fortaleza del Estado: a diferencia del neoliberalismo conservador que ve al Estado como una plaga corrupta e inservible y que tiene que ser manejado por la empresa privada, los neoconservadores son de la idea que para desarrollar los sistemas educativos el estado tiene que jugar un papel importante. Bajo esta visión de Estado como regulador de conocimiento, Michael W. Apple (2005) nos recuerda que los neo-conservadores establecen la necesidad que el Estado debe de tener una posición política en la política de los planes de estudio, sistema de evaluación nacional, el retorno a los promedios y una recuperación de la tradición occidental.

Desde un análisis de discurso vemos como esta visión esta anclada en el discurso del Julietismo en la UNAH, cuando en reiteradas ocasiones las autoridades hablan de la necesidad de que el estado sea quien financie la educación y los múltiples esfuerzos en materia académica que viene desarrollando la universidad a nivel de posgrados para fortalecer los procesos de política pública en temas como migración, paz y seguridad, economía social entre otras. El análisis del sentido práctico de esas acciones lo dejaremos para otro momento.

Aunque en el caso de la UNAH se ha ido más allá de estos postulados cuando constatamos que en los últimos años la universidad ha desarrollado alianza públicos privadas con el capital financiero (LAFISE) y un sector de la empresa privada (COHEP), hasta el momento se desconoce de manera objetiva el objetivo de esas relaciones.

En síntesis, el Julietismo se nos presenta como un bloque que retoma ciertas responsabilidades que el estado debe de asumir en términos financieros, sociales y académicos, en contra posiciones a los postulados de los conservadores que establecen que la empresa privada debería de controlar el sector educativo. Esta conceptualización nos permite comprender que el Julietismo es un bloque académico que tiene su sustento en un discurso que aboga por la gestión de lo publico en base a la ciencia y a la academia.

  1. Totalitarismo académico: la gestión de la cosa pública en base a la ciencia y al conocimiento es un elemento que nos conlleva a ciertos escenarios que nos permite comprender de como el Julietismo, amparando su discurso en nombre de la ciencia reproduce un pensamiento único y una visión de universidad única que no da paso a la apertura de espacios para el debate y la propuesta académica. Para el profesor Pablo Gentili (2009) el asalto de la universidad por el totalitarismo académico y el exilio del pensamiento social, está conllevando a la instauración de un totalitarismo que recrea en la universidad “visiones únicas y dogmas académicos” que ponen en detrimento el deber ser y el quehacer de la universidad y de la reforma.

El totalitarismo académico en la universidad se encuentra bien arraigado y es peligroso porque se está convirtiendo en un sentí común que la comunidad universitaria interioriza y reproduce de una forma bastante inconsciente. Podemos constatar dicho totalitarismo en los siguientes eventos: la puesta en marcha de una reforma universitaria que ha cerrado todos los espacios de participación estudiantil, incesante criminalización y judicialización de estudiantes, el centralismo de poder en manos de rectoría y la hegemonía de una tecnocracia universitaria que afianza cada vez un gobierno de los técnicos que desnaturalizan la visión moderna de universidad

  1. Visión romántica del cambio social: los neoconservadores bajo una visión despolitizada del cambio y la negación del conflicto imprimen en todo proceso de reforma educativa una visión del cambio orientada a sostener los sistemas de opresión, soslayando el poner a la ciencia al servicio de la trasformación social. La prueba mas fehaciente de este principio en la UNAH, es que Julietismo desde el 2009 ha luchado por la estandarización de un plan de estudio nacional, sus ataques al multiculturalismo (no reconocimiento de las culturas y subculturas que componen el mundo universitario) y su llamado a aumentar las normas de control y vigilancia (el actual edificio de rectoría y la expansión de la guardia privada en los predios de la universidad).

El Julietismo poco o nada a contribuido al cambio social del país y en los últimos años lo que hemos visto es el desarrollo de una investigación científica monopolizada por un dirección que dice quién puede investigar, una investigación científica en el cual el 70% de los fondos son puestos por la cooperación internacional, una investigación que sus temas a investigar se enmarcan en los ejes de plan de nación y visión de país, una universidad que se  preocupa más en la formación profesional de estudiantes que se inserten en el mercado laboral en detrimento de una formación disciplinaria que le permita al estudiante ser constructor de utopías y promotor del cambio social desde la academia y una vinculación con la sociedad que parece ser más una asistencia académica basada en el voluntariado estudiantil que una función social del estudiante universitario.

¿Reforma universitaria, experimento de reforma o contrarreforma universitaria?

Con lo antes explicando el Julietismo está poniendo en marcha un proceso de contrarreforma que se sustenta en un experimento de reforma que pone en contradicción la naturaleza de la universidad en su función de ser el centro en el que se recree la investigación científica y en donde se moldee la formación del sujeto social.

La contrarreforma y su génesis dinamizadora podemos encontrarla en las normas académicas, el ante proyecto de educación superior, el examen de admisión, entre otros, que son elementos que buscan la desregularización de la educación superior mediante alianza público-privado ante la actual descapitalización de la universidad, y la incorporación de los valores del mercado al quehacer académico y profesional, en detrimento de los valores humanos del sujeto social

Desde el prisma académico la reforma se nos presenta maquillada de responsabilidad social y de retórica científica. Actualmente en la universidad se impulsan en distintas carreras rediseños curriculares que priorizan la calidad y competencia sin una discusión previa y adaptación de estos conceptos en el seno de la universidad pública; la investigación científica es de carácter exclusivo  y controlado por una Dirección de Investigación que ha impuesto “prioridades de temas de investigación” siendo un atentando contra el libre pensamiento y la autonomía científica, sin mencionar que temas como Pueblos Originarios, Movimientos Sociales, Clases Sociales, no son de interés ; la formación profesional no está orienta al fortalecimiento de las disciplinas académicas y a la generación de conocimiento, está más enfocada a la formación de técnicos aptos para el mercado laboral ; la vinculación social es de una dimensión formal, se niega la existencia y la inserción de los saberes populares al mundo universitario; y la construcción de ciudadanía estudiantil está ausente, distante y pensado desde una cultura de consumo universitario.

En ese contexto desfavorable para la ciencia y los procesos de reforma universitaria, se torna necesario comprender la encrucijada en que la que se encuentra la UNAH, y de esa forma reapuntalar con ideas y propuestas el modelo de universidad que necesitamos, el modelo de ciencia al que aspiráramos y a la reforma universitaria a construir.

10987646_941146655931967_1953442954340006926_oUniversidad y Ciencia: Discusión Impostergable

Los teóricos clásicos definen la universidad como la casa de la razón que entre sus funciones elementales encontramos la investigación científica y la formación del individuo social. El objetivo de la universidad es propiciar el debate que gira en torno al desarrollo de las disciplinas académicas y científicas, mediante la generación de conocimiento: de ese hecho concreto nos recuerda (Peset Mariano 1983, David Sills, 1968) del porque hoy ciencia y universidad aparecen unidas, y a nadie se le ocurriría disociarlas de su análisis.

En el caso de la (UNAH) las discusiones que giran entre ciencia y universidad no son aspectos que constituyen el caparazón de la actual reforma. Se nos presenta una reforma que conceptualmente no está definida y que empíricamente está resultando ser un experimento que contradice el sentido de universidad y que posterga el desarrollo del mundo universitario; avanzar en esas lecturas y reflexiones (relación ciencia y universidad) nos permite tener una dimensión más abstracta y compleja de lo que significa un proceso de reforma universitaria. Es por ello que es necesario comprender las propuestas de reforma universitaria en el marco de las discusiones que surgen en torno a ciencia y universidad.

La referencia conceptual entre universidad y ciencia nos conllevan preguntarnos cuatro elementos importantes: ¿Qué es la Universidad? ¿Cuál es la dinámica de la Universidad? ¿Qué es el mundo universitario? ¿Cómo funciona la Universidad? En la UNAH no solamente se ha soslayado la relación existente entre ciencia y universidad, sino que también se han soslayado puntos importantes para comprender la esencia misma de la universidad.

La dimensión y concepción de universidad y ciencia en la UNAH es un aspecto discutible. Si partimos estableciendo que la universidad es comprendida por ser el espacio social en el cual se recrea la investigación científica y la formación del sujeto social, podemos observar de como en la universidad dichos elementos están distantes. La ciencia (producto de los procesos de investigación científica) se nos presenta de una manera instrumental y racionalizada; mediante la creación de Direcciones de Investigación que no solo desconstruyen la noción misma de ciencia, sino que también, constituye uno de los elementos de la “universidad empresa” mediante el control jerárquico de la investigación y la ciencia. En la UNAH para investigar y poder acceder al financiamiento es necesario someterse a un proceso de selección en el cual evalúan índice académico, temas prioritarios y determinados enfoques teóricos.

En la concepción de universidad pública, los procesos de investigación y generación de ciencia son propios de los departamentos universitarios (carreras o disciplinas) los cuales cumplen con la función de la creación de ciencia para el desarrollo de las disciplinas académicas y la formación de individuo social. Al desnaturalizar la dinámica de la investigación en la universidad, se desnaturaliza el proceso de enseñanza-aprendizaje y se aleja al estudiante universitario de su compromiso como profesional (investigar y dar respuestas a los problemas de país) y, en contraposición se nos presenta la formación de un estudiante desprovisto de toda inquietud intelectual, política y social, apto para el mercado laboral. El sujeto social que se forma en la universidad bajo el esquema expuesto no alcanza el nivel de un profesional, alcanza el nivel de un técnico universitario.

Universidad y Reforma: Discusiones actuales

El profesor (Carlos Tünnermann,2008) nos recuerda que la reforma universitaria comprende entre otras cosas la autonomía universitaria; independencia filosófica, la libertad de enseñar, difundir e investigar, clima de apertura y tolerancia, la participación de estudiantes en el gobierno de la Universidad, construcción de ciudadanía universitaria; la gratuidad absoluta de la enseñanza superior como un imperativo de justicia social y una estrategia de gran alcance para promover el desarrollo de nuestros países.

En las últimas décadas la visión de universidad y reforma ha sido fuertemente trastocada por fuerzas económicas y políticas, que intentan reconfigurar el mundo universitario y orientarlo al objetivo de dinámicas económicas.

En ese marco desfavorable para la universidad pública el profesor (De Sousa Santos,2003) indica que el mundo universitario está inmerso en una dinámica contradictoria: entre la formación de fuerza de trabajo calificada y la producción de conocimiento crítico; entre la jerarquización de saberes especializados y políticas de democratización; sumisión creciente a los criterios de eficacia y de productividad de origen y naturaleza empresarial, y la reivindicación de autonomía y los valores de los objetivos institucionales.

En esa contraofensiva de paradigmas que definen la universidad, encontramos dos proyectos que se debaten actualmente en la universidad latinoamericana: la universidad empresa y la universidad multiculturalista. En la primera su lógica es: la exclusión, formación para el mercado laboral, la eficiencia como motor que rige el mundo universitario. En el segundo paradigma: la inclusión, democratización, pensamiento crítico, interpenetración de los saberes sociales a la universidad y la flexibilidad institucional.

El actual proceso de reforma universitaria en la UNAH, presenta las características de acercarse a un proceso que tiene  como objetivo la constitución de un modelo de “universidad empresa o corporativa” que está dejando a su paso lesiones profundas al sentido público de la universidad, tal y como lo señale arriba; la criminalización de la protesta estudiantil, el centralismo político en manos de Rectoría, reforma académica dirigida por técnicos universitarios, alianzas públicas y privadas entre la UNAH y el sector financiero, investigación científica que no permite la aprehensión de la realidad social (bajo enfoques teóricos críticos), formación de un estudiante con habilidades técnicas para insertarse al mundo laboral en detrimento de la formación profesional.

Considero que el actual proceso de reforma que se gesta en la UNAH, y la relación existente Universidad y Reforma, no ha producido un debate epistemológico y político que de pistas de la universidad que queremos y de la reforma que necesitamos. Como mencionaba en líneas anteriores han existido esfuerzos, pero la lógica del deber ser de la universidad es la discusión permanente sobre esas regiones de la episteme universitaria que nos ayude a responder algunas interrogantes al momento de plantear un proceso de reforma: ¿Qué es la Universidad? ¿Cuál es la dinámica de la Universidad? ¿Qué es el mundo universitario? ¿Cómo funciona la Universidad?

 

Referencias Bibliográficas

Tünnermann Bernheim, Carlos Noventa años de la Reforma Universitaria de Córdoba: 1918-2008. – 1ª ed. – Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – CLACSO, 2008.

Sills, David S. Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales

Peset, Mariano, Historia de las Universidades, Historia de las Ciencias. Universidad de Valencia, 1980

Boaventura de Sousa Santos, De la mano de Alicia. Lo Social y lo político en la postmodernidad. Bogotá: Siglo del Hombre Editores y Universidad de los Andes

Publicado por UNAH Estudiantes

El periódico estudiantil al servicio de toda la comunidad universitaria para debatir, criticar reflexivamente y comunicar temas referentes a la Reforma Universitaria y la problemática general de la UNAH y de País

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