Consideraciones previas
La actual lucha estudiantil no se reduce a la lucha por el 70%, sino por un modelo académico que prioriza la exclusión en nombre de la internacionalización educativa y la globalización arrogante. La actual lucha es la manifestación histórica de la crisis universitaria que no encuentra consenso en la comunidad estudiantil y que por ende obliga a las autoridades a utilizar la fuerza para imponer sus ideas.
La Universidad Nacional X de Honduras en las últimas semanas se ha vestido nuevamente de crisis ante la puesta en marcha de las nuevas normas académicas que han venido a excluir a un número considerado de estudiantes, y que a futuro impactara negativamente en el proceso de formación y desarrollo profesional del estudiante universitario. Si se quiere conocer más a detalle la cuestión de las normas académicas puede ingresar a mi Blog: https://lengelsbladimir.wordpress.com/2016/05/11/matricula-normas-academicas-unidades-valorativas-y-el-70/
En la Universidad Nacional X de Honduras (UNXH), el actual proceso de lucha estudiantil pareciera apuntar a un nuevo ciclo de protesta que se viene abriendo con la aprobación de las normas académicas (2015) y con la toma de la universidad en julio de 2015. En ese marco la represión hacia los estudiantes, por parte de las autoridades universitarias y de las fuerzas militares y policiales, no es un hecho nuevo ya que históricamente la respuesta que han recibido los estudiantes al momento de exigir educación de calidad, ha sido la criminalización y la constante represión.
Reforma educativa y represión estudiantil son dos binomios analíticos que nos ayuda a comprender las actuales protestas de los estudiantes y la represión desarrollada en las últimas semanas.
Es por ello que se torna necesario comprender que la represión estudiantil en la UNXH es la implementación de una política de Estado y una política de las autoridades universitarias para callar las voces que históricamente han luchado por participar en el proceso de reforma universitaria. La represión no es un hecho ajeno al autoritarismo académico del Julietismo, que cada vez más se va volviendo intolerante, persevero y decante, en autoridades que acogen el proyecto de “universidad policía” en detrimento del proyecto de “ universidad de la razón”.
Esta relación nos permite alejarnos del reduccionismo que hace las autoridades universitarias, al establecer que las actuales protestas son elementos coyunturales inducidos por fuerzas políticas externas a la vida estudiantil, soslayando e ignorando la crisis histórica que ha venido siendo evidenciada por los sectores estudiantiles de la universidad
Reforma académica y lucha estudiantil
En el 2006 cuando se puso en marcha la actual reforma universitaria la lucha de los sectores estudiantiles ha estado presente. La memoria histórica del movimiento estudiantil nos ayuda comprender que el actual proceso de represión no es para nada nuevo. Es por ello que se torna necesario conocer como ha venido evolucionando en los últimos diez años la reforma y la lucha estudiantil. Evidencio tres grandes ciclos en los que podemos constatar la lucha estudiantil.
- 2006-2008:en el nuevo siglo la lucha estudiantil comienza cuando se pone en marcha el examen de admisión, la tentativa de un plan de arbitrio que contenía cobros para la comunidad estudiantil que conllevo a una toma prolongada de la UNXH-VS y la instauración de la Federación de Asociaciones de Estudiantes (FAE). En este proceso se evidencia los primeros intentos de las autoridades universitarias por mercantilizar la educación pública y el nacimiento de nuevas formas de organización estudiantil alegada de la dinámica de los frentes estudiantiles.
- 2009-2012: con el Golpe de Estado de 2009 se pone en marcha la profundización de una contrarreforma educativa que afecta los tres niveles educativos (primaria, secundaria, universidad). Este ciclo es de suma importancia, porque surge en el espacio público universitario la gestación de un nuevo movimiento estudiantil que tiene como objetivo mediatizar la problemática de la universidad (falta de participación estudiantil, centralismo político por parte de rectoría, problemas cotidianos del estudiante universitario) y fortalecer los procesos de organización estudiantil desde las carreras (asociaciones de estudiantes, demanda de educación de calidad). No es de extrañar que en el 2009 la entrada de Julieta Castellanos a la universidad se pone en práctica la política educativa impulsada por los gobiernos nacionalistas.
- 2013-2016: este ciclo ha sido de doble lucha para el movimiento estudiantil. En términos políticos los sucesos de país han estado presente en la practicidad critica de los sectores estudiantiles. El fraude electoral de 2013, puesta en marcha de la ciudades modelos y el reciente asesinato de la compañera Berta Cáceres, convirtió a la universidad en uno de los principales espacios públicos en el cual se mediatizo el fraude, la concesión del territorio nacional al capital financiero. Desde el sector estudiantil se le ha dado acompañamiento a Copihn y Ofraneh, movimientos territoriales que luchan por la defensa del territorio y los recursos naturales ante la avanza privatizadora y represiva del Gobierno.
En el aspecto académico el movimiento estudiantil ha mediatizado el ante proyecto de ley de educación superior (LES), que a grandes rasgos implica que las universidades privadas podrán acceder a fondos de la UNXH, que la UNXH podrá establecer alianza publico privada para convertir a la universidad en una empresa. La imposición de concejales estudiantiles ante el consejo universitario 2013 (máximo órgano de toma de decisiones en la universidad) por las autoridades universitarias violando la Ley Orgánica de la UNXH. Las normas académicas aprobadas en el 2015 que está implicando que una gran cantidad de compañeros se hayan quedado fuera de la universidad.
Los distintos ciclos mencionados han estado representados por una lucha política (acciones del gobierno) y una lucha académica (acciones de las autoridades universitarias), acciones que han venido a dibujar la gestación y construcción de un nuevo movimiento estudiantil universitario que cada día lucha por fortalecer los procesos de organización estudiantil, la constitución de Federación de Estudiantes universitarios (FEUH), el repunté de un nuevo de proceso de reforma universitaria que priorice el desarrollo de la educación pública, de calidad y al servicio del pueblo y la construcción de identidad colectiva que conlleve a establecer nuevos escenarios de incidencia estudiantil en la institucionalidad de la universidad.
Criminalización y protesta estudiantil
En un primer momento los esfuerzos por los sectores estudiantiles de recuperar los espacios de participación estudiantil en la universidad, el exigir una educación de calidad y poner en evidencia que al actual operar de las autoridades no es el correcto, ha conllevado en los últimos años que cuatros compañeros se estén enfrentando a la justicia del país por defender el derecho a una educación pública, gratuita, de calidad y al servicio del pueblo.
En un segundo momento, la aprobación de las actuales normas académicas está conllevando a una nueva ola de represión estudiantil, debido a que las normas académicas, tabla de unidades valorativas y el 70%, se vienen desarrollando en un contexto de universidad en el que no se ha priorizado la profesionalización docente, carestía de aulas, bibliotecas, laboratorios, la reforma al plan de estudios, falta de participación estudiantil en la reforma, entre otros.
El actual proceso de represión y criminalización de los estudiantes se viene desarrollando en un marco en que las normas académicas representan la prueba más palpable que la UNXH va por mal camino y que las autoridades universitarias están muy empeñadas en avanzar en las políticas de mercantilización de la educación y privatización del conocimiento.
El trasfondo de las normas académicas apunta a un programa académico que presenta las siguientes características:
- mercantilización gradual de la educación universitaria por vía de la regulación de acceso y permanencia del estudiante en la universidad y la competencia entre estudiantes para poder optar a un número determinado de clases;
- proceso de exclusión, mediante la selección de estudiantes que cumplen con los requisitos de excelencia, eficiencia y eficacia para poder seguir en la universidad y el lanzamiento al mercado educativo nacional a aquellos estudiante que no cuenten con las aptitudes y habilidades;
- el deterioro de lo público, ya que con las normas académicas se busca responsabilizar al estudiante de las cosas que las autoridades universitarias han dejado de hacer y reorientar el proceso educativo a los métodos de lo instrumental y lo cuantitativo que deteriora el sentido de comunidad y de sujeto social.
Ante ese marco de crisis histórica y de lucha estudiantil se abre un nuevo escenario para repuntar el actual proceso de reforma que atenta con la educación pública.