El Falso discurso de los incapaces

Calidad

Las autoridades universitarias incapaces de brindar, proveer y construir una universidad de calidad, se jactan que se encuentran en un proceso de autoevaluación institucional para crear una cultura de la calidad, viendo y exteriorizando hacia los medios de comunicación que la calidad educativa es reflejada en la buena administración de los recursos de la universidad como ser: un edificio administrativo, el cual tuvo un costo aproximado de Lps. 400 millones que sirve para la burocracia de la Ciudad Universitaria; un polideportivo, un edificio que es el más sofisticado de Centroamérica y que ha ganado premios internacional por su diseño pero que no ha beneficiado en los procesos de enseñanza y aprendizaje, además de que los estudiantes no pueden desarrollar actividades culturales, de vinculación e investigación en dicho edificio porque existe una burocracia que lo “protege”; y por último tenemos la centralización administrativa, es decir que todas las mejores administrativas que mal interpretan como calidad sólo se realizan en Ciudad Universitaria dejando de lado los centros regionales.

La misma vicerrectora académica, cita al plan integral de reforma universitaria de 2004 para retomar la definición que se dio en la Conferencia Mundial sobre Educación Superior en París, el 9 de Octubre del 1998. <<La calidad de la enseñanza superior es un concepto pluridimensional que debería comprender todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, personal, estudiantes, edificios instalaciones, equipamiento y servicio a la comunidad y al mundo universitario>>.

Pero claro está que en estos 12 años reforma universitaria ha sido imposible concretar, sistematizar y aplicar todos estos principios y conceptos. Para ver porqué las autoridades han sido incapaces de poner en aplicación esta reforma universitaria hay que retomar la concepción de Educación de Calidad según la UNESCO.

Una de las primeras tomas de posición de la UNESCO sobre la educación de calidad apareció en Learning to Be: The World of Education Today and Tomorrow, (Aprender a Ser: El mundo de la Educación del Hoy y el Mañana), el informe de la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación, presidido por el ex Ministro francés Edgar Faure. La comisión identificó que la meta fundamental del cambio social es la erradicación de la inequidad y el establecimiento de una democracia igualitaria. Por consiguiente, manifestó en el informe: «la meta y el contenido de la educación deben ser recreados para permitir nuevas características en la sociedad y nuevas características en la democracia» (Faure et al., 1972: xxvi)

(La conceptualización de la UNESCO sobre calidad: un marco para el entendimiento, el monitoreo, y la mejora de la calidad educativa, 2005)

http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/COPs/Pages_documents/Resource_Packs/TTCD/sitemap/resources/1_1_3_P_SPA.pdf

Este concepto que plantea Faure acerca de la educación es que tiene una concepción teleológica, es decir tiene un fin social, y ese fin es la transformación de la sociedad que permita recrear, reconstruir y reinventar la sociedad con nuevas características y que todas éstas nuevas propiedades emergentes incidan directamente en la democracia. Y para que exista esta capacidad transformadora de la educación e incidencia en la democracia se debe aprender la democracia. Para esto tomamos los conceptos de Jacque Delors ( Learning: The Treasure Within, Report to UNESCO of the International Commission on Education for the Twenty-first Century) que la educación a lo largo de toda la vida se basa en cuatro pilares:

  • Aprender a conocer, reconociendo al que aprende diariamente con su propio conocimiento, combinando elementos personales y «externos.”
  • Aprender a hacer, que se enfoca en la aplicación práctica de lo aprendido.
  • Aprender a vivir juntos, que se ocupa de las habilidades críticas para llevar adelante una vida libre de discriminación donde todos tengan iguales oportunidades de desarrollarse a sí mismos, a sus familias y a sus comunidades.
  • Aprender a ser, que hace hincapié en las destrezas que necesitan los individuos para desarrollar su pleno potencial.

Con esto comprendemos y sistematizamos la necesidad de conocer, hacer, convivir y ser en Democracia como eje transversal en la educación. Es decir, que la democratización de la universidad es deber ineluctable para tener una educación de calidad. Luego le sumamos las dimensiones de: Enseñanza y aprendizaje, métodos pedagógicos, Evaluación, información e incentivos, tamaño de las clases, instalaciones e infraestructura educativa, recursos humanos y buena administración.

La ampliación del acceso plantea un desafío a la calidad de la educación superior. La garantía de calidad es una función esencial en la enseñanza superior contemporánea y debe contar con la participación de todos los interesados. Es una tarea que exige tanto la implantación de sistemas para garantizar la calidad como de pautas de evaluación, así como el fomento de una cultura de la calidad en los establecimientos (….) Los criterios de calidad deben reflejar los objetivos globales de la educación superior, en particular la meta de cultivar en los alumnos el pensamiento crítico e independiente y la capacidad de aprender a lo largo de toda la vida. Dichos criterios deberían estimular la innovación y la diversidad. Para garantizar la calidad en la enseñanza superior es preciso reconocer la importancia de atraer y retener a un personal docente y de investigación calificado, talentoso y comprometido con su labor.

(Conferencia Mundial sobre la Educación Superior – 2009: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo (Sede de la UNESCO, París, 5-8 de julio de 2009))

En definitiva para asegurar la calidad educativa es a través de la participación de toda la sociedad, ya que como Derecho la educación es para toda la sociedad, y por ello la sociedad misma es la interesada en querer una educación de calidad. Mientras no existe la participación democrática en el quehacer universitario las reformas son insostenibles.

La calidad de la educación superior es un concepto multidimensional que debería comprender todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, dotación de personal, alumnos, infraestructura y entorno académico. Ha de prestarse especial atención al progreso de los conocimientos mediante la investigación. Las instituciones de educación superior de todas las regiones han de someterse a evaluaciones internas y externas realizadas con transparencia, llevadas a cabo abiertamente por expertos independientes. Sin embargo, ha de prestarse la debida atención a las particularidades de los contextos institucionales, nacionales y regionales, a fin de tener en cuenta la diversidad y evitar la uniformidad. Se percibe la necesidad de una nueva visión y un nuevo modelo de educación superior, que debería estar centrado en el estudiante. Para alcanzar dicho objetivo, hay que reformular los planes de estudio, no contentarse con el mero dominio cognoscitivo de las disciplinas e incluir la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales.

(DECLARACIÓN MUNDIAL SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL SIGLO XXl: VISIÓN Y ACCIÓN, 2009)

Es decir la calidad de la educación superior es un proceso de: reforma curricular, que nos lleve a la descentralización del currículo universitario para que sea abierto, flexible, diversificado, adaptable, científico y holístico; reconstrucción del pensamiento crítico, esto quiere decir tener el sustento de las bases epistemológicas, gnoseológicas, ontológicas y teleológicas para la comprensión, sistematización y transformación de la sociedad; y por último y sumamente importante la creación de metodologías pedagógicas y didácticas para los procesos de enseñanza y aprendizaje centrados en el estudiante bajo los cuatros pilares del aprendizaje, que permitan una relación hermenéutica dialéctica intersubjetiva del docente en su capacidad de enseñabilidad y el estudiantes en su capacidad de aprendabilidad.

Por lo que cualquier normativa académica para garantizar la calidad de la misma es un deber ineluctable la participación de los actores principales docentes y estudiantes a través de los mecanismos pertinentes democráticos estudiantiles, cómo ser las asociaciones de carrera de la UNAH. Es por ello que las normativa actual, no sólo es insostenible, sino que no garantiza su calidad ya que es impuesta por la tecnocracia incapaz de la UNAH.

Pertinencia

Tanto que escuchamos una y otra vez a las autoridades incapaces que la reforma universitaria busca la calidad y pertinencia de la educación superior, anteriormente tocamos el tema de calidad ahora debemos desenmarañar el término de pertinencia. Para ello retomamos la Declaración Mundial Sobre la Educación Superior en el Siglo XXI:

La pertinencia de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Para ello, las instituciones y los sistemas, en particular en sus relaciones aún más estrechas con el mundo del trabajo, deben fundar sus orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades sociales, y en particular el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente (….) más concretamente a las actividades encaminadas a eliminar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, y a las actividades encaminadas al fomento de la paz, mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario.

(DECLARACIÓN MUNDIAL SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL SIGLO XXl: VISIÓN Y ACCIÓN, 2009)

De forma clara la pertinencia de la educación es la apropiación de los contenidos socioculturales y económicos de la sociedad, para ello es indispensable el vínculo activo entre universidad y sociedad que permita la participación democrática de las comunidades, madres y padres de familia así como estudiantes en la construcción de reformas universitarias que estén de acuerdo a sus necesidades, aspiraciones y realidades para poder comprenderlas, sistematizarlas y transformarlas, volviendo la educación superior pertinente y sobre todo relevante para la transformación de la sociedad.

En tal sentido si la normativa académica planteada por la tecnocracia incapaz se desea que sea pertinente, este debe atender a las exigencias, demandas y necesidades de las comunidades educacionales, en específico con la estudiantil. Dicho sea de paso la garante de la calidad de la normativa y además la que asegura la pertinencia de la misma por medio de los procesos democráticos de participación a través de las asociaciones de carrera.

El Respeto a la ley

En este caso bajo su esquema de legisladores y que vivimos en un imperio de ley, las autoridades incapaces se jactan una y otra vez que ellos respetan las leyes y en base a ese  respeto se basan para poder hacer cualquier acción, beneficio o no a la sociedad, específicamente al estudiante. Para ello contrastamos con la Declaración Universal de Derechos Humanos que dice:

Artículo 26

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
  2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
  3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

(Declaración Universal de Derechos Humanos).

Específicamente en el acceso a la Educación Superior dice que deben existir condiciones de igualdad en función de los méritos, y precisamente en ese aspecto es donde viene una tergiversación del Derecho a la Educación; si es gratuita y obligatoria para la instrucción elemental y fundamental, es decir de educación preescolar, primaria hasta secundaria se intuye por definición que existen un sinnúmero de estudiantes de secundaria que estarán por ingresar a la universidad, pero cómo puede ingresar en condiciones de igualdad cuando sus condiciones socioeconómicas y psicopedagógicas son diferentes, diametrales y asimétricas entre un sistema educativo que no es coherente e integral, es decir de una Universidad Nacional Autónoma que desconoce y se desvincula de toda el sistema educativo nacional para crear las condiciones de igualdad en el acceso a la educación superior.

La omisión de tener igualdad al acceso a la educación superior por parte de la UNAH es una infracción y violación al derecho a la educación. No se puede hablar de igualdad cuando los conocimientos y el pensamiento UNIVERSAL no se brinda a todos, es decir cuando el acceso a la educación superior se excluye a la población estudiantil y no se permite la gratuidad de la UNAH para que sean tratados como iguales a todos.

Por lo tanto, las autoridades incapaces sostienen un discurso de calidad, pertinencia y respeto a la ley que a vista de todos es una mentira y una farsa que violenta el derecho a la educación, que no existe calidad y peor una pertinencia a la educación superior. Ergo, las Normas Académicas al no ser construidas bajo las tres tesis anteriores son insostenibles y sólo agudizan la crisis universitaria por culpa de la incapacidad de las autoridades universitarias para entablar una construcción democrática de la Universidad.

Sólo la verdadera participación estudiantil en la Construcción de la Nueva Universidad por medio de las asociaciones de carrera garantizará una educación de calidad. Ello es, la participación, inclusión y deliberación desde las asociaciones de carrera de una nueva normativa académica.

Bibliografía:

Declaración mundial sobre la educación superior en el Siglo XXI: Visión y acción, 2009.

Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, 2009.

La conceptualización de la UNESCO sobre calidad, 2005.

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