Filosofía y psicoanálisis en Erich Fromm Por: Rossel Montes

«El amor es una abstracción (…) en realidad sólo existe el acto de amar, que es una actividad productiva. Implica cuidar, gozar de una persona, de un árbol, de una pintura, de una idea. Significa dar vida, aumentar su vitalidad. Es un proceso que se desarrolla y se intensifica a sí mismo».

¿Tener o ser? Erich Fromm.

Erich Fromm fue uno de los más conspicuos representantes del famoso instituto alemán de investigaciones filosóficas, sociológicas y psicoanalíticas mas conocido como «La escuela de Frankfort», que surgió allá por los años 20, durante el experimento democrático-parlamentario de la república de Weimar(Alemania). Erich Fromm estudia sociología y filosofía y obtiene su doctorado en sociología pero a medida va profundizando en sus investigaciones teóricas su interés ira girando en torno al psicoanálisis, área en la cual desarrollará casi toda su obra teórica.

La labor y producción teoría de Fromm girará en torno al marxismo heterodoxo, la sociología clásica alemana y el psicoanálisis Freudiano, mezcla ecléctica que dará inicio a lo que será la psicología social, aunque en este punto hay que aclarar que ya habían otras investigaciones socio-psicológicas como las de Wilhelm Reich que fue expulsado del partido comunista por ser considerado un «hereje» y contradecir al “materialismo dialéctico”, el cual ya había devenido en una verdadero dogma imposibilitando toda investigación seria desde una óptica epistemológica abierta y pluralista. Hay que aclarar que éstas ambigüedades no sólo eran por el dogmatismo imperante sino también a que el marxismo nunca contó con una «teoría de la ciencia» explícita.

A lo largo de su extensa obra Fromm enfatizara en descubrir los mecanismo y los móviles radicales de la convivencia, actividad y comportamiento humanos; para Fromm el marxismo descubrió un universo teórico-práctico en términos epistemológicos para poder comprender y aprehender la fenomenología humana, en su devenir, es decir, una dialéctica de lo concreto humano.

El marxismo y sus postulados histórico-societales dirá Fromm fueron y son una gran herramienta conceptual de la cual debe partir todo intento serio de poder entender el comportamiento humano en su forma más radical, pero al mismo tiempo advierte de los peligros de entender y hacer uso del materialismo histórico como un dogma y un sistema acabado, tal como Sartre lo denunciara en su “Critica de la razón dialéctica», un sistema que ya tenía cocida la «verdad revelada».

La fusión de marxismo y psicoanálisis marcará toda la obra de Fromm, como bien lo deja explicado en su obra “Marx y su concepto del hombre», donde explica el concepto marxiano del hombre, como un ser histórico en constante cambio y devenir societal, es decir, Fromm, explica de forma detallada la antropología filosófica que el marxismo contiene en su esencia. En su “Miedo a la libertad” posiblemente la obra más famosa de Fromm escrita en los años 30 en plena irrupción del fascismo y los totalitarismos; Fromm trata de explicar los mecanismos sociológicos y psicoanalíticos de masas que posibilitaron el desarrollo de semejantes fenómenos políticos barbáricos y totalitarios. El desarrollo del hombre masa, una forma de explicar semejante a la de Ortega y Gasset, pero mucho más profunda en Fromm.

En este sentido Fromm se adhiere al concepto hegeliano-marxista de “alienación” y explica que el hombre-masa producto de su alienación, del miedo a la libertad, se despoja de esa responsabilidad histórica y existencial y se la cede a otros, otros que “responderán” y “sabrán” qué hacer con esa responsabilidad histórica de conducir el devenir del hombre. No se trata de que el hombre no quiera la libertad, si la quiere, la anhela, pero al mismo tiempo que desea la libertad, la rechaza y deja de buscarla y no afronta su verdadera responsabilidad como sujeto. La cosificación de las relaciones humanas es una constante en los fenómenos sociales, a lo largo de casi todo el recorrido del hombre en su lucha por ser un ente histórico, y zafarse de las esclavitudes históricas, pero esa libertad no ha llegado, un ejemplo de eso ha sido la terrible dependencia de las masas respecto de las élites y la casi imposibilidad de construir sistemas políticos auténticamente democráticos y no sobrepasar las democracias formales construidas al calor de las revoluciones burguesas de los siglos XVII Y XVIII. Al contrario el siglo XX devino en un siglo de los totalitarismos tanto de izquierda como de ultra-derecha, el fascismo y el Estalinismo como formas extremas de ejercer el poder político.

Fromm tratará de explicar los patrones conductuales haciendo uso del psicoanálisis y al mismo tiempo tratará de superar algunas insuficiencias del psicoanálisis como su exacerbado énfasis en el papel sexual de los procesos psíquicos y cognitivos; para Fromm Freud fue presa del idealismo burgués de su formación teórica, en ese sentido el marxismo brinda la concepción del hombre que al psicoanálisis le hacía falta, es decir, los fundamentos histórico-estructurales y ontológicos de la conducta humana. El psicoanálisis freudiano hizo énfasis en el papel del subconsciente, la biología y la represión como un factor casi determinante; en ese sentido la teoría freudiana cae en los determinismos de principios del siglo XX, si Marx hacía presa al sujeto de las estructuras socio-económicas, Freud lo hacía presa del determinismo del subconsciente y la líbido. Fromm se propuso tratar de superar los determinismos de estos dos autores con algo muy extraño: a saber el concepto de libertad; para Fromm la libertad es un fenómeno radicalmente constitutivo de la naturaleza humana, algo similar planteará Sartre en su «El ser y la nada».

El psicoanálisis humanista de Fromm estará tan cerca de ser un planteamiento existencialista sobre todo por la forma en que erigió y trató su concepto y teoría de personalidad y como esta personalidad se desenvuelve en los marasmos de una sociedad que está patológicamente enferma como lo es nuestra sociedad actualmente, con sus patrones de alienación, destructividad, violencia y desórdenes de todo tipo. La teoría psicoanalítica de Fromm será parte de la escuela neo-freudiana la cual comenzará con la crítica que Alfred Adler hará en algún momento a Freud sobre el papel de la líbido; Adler será el primer revisionista del psicoanálisis de Freud.

La conducta humana tiene una tendencia hacia el amor a la vida (biofília) y otra a la destrucción de la vida (necrofília) Esa naturaleza dual en la constitución ontológica del ser del hombre hace que su vida sea una ambivalencia, una tragedia existencial, mientras más nos desarrollamos como seres racionales la proclividad hacia la irracionalidad se desarrolla al mismo tiempo, desencadenando fuerzas oscuras que cosifican al hombre.

Sobre la vida Fromm nos dirá: «La vida significa cambio constante, nacimiento continuo. La muerte significa dejar de desarrollarse, dejar de evolucionar, osificación, repetición».

La sociedad contemporánea dirá Fromm ha creado mecanismos y comportamientos patológicos como formas de destructividad humana, fuerzas que llevan al hombre a su autodestrucción total, en ese sentido tal como lo decía Ernst Bloch las utopías como fenómenos y necesidades siempre estarán presentes, porque al mismo tiempo que en el hombre existe una tendencia necrófila autodestructiva existe una capacidad biófila y de trascender la des-esperanza; el hombre es un ser de realidades bien lo decía Xavier Zubiri, es un ser que trasciende su propia concreción, y sus propias limitaciones histórico-existenciales.

La patología social, la tendencia de la sociedad carnívora, de la mercadocracia neoliberal han demostrado esa tendencia del hombre a estar supeditado a fuerzas cosificadoras y alienadoras que lo apartan de toda forma de libertad y humanización. En ese sentido el psicoanálisis de Fromm deviene en una herramienta para poder comprender los mecanismos que no permiten la liberación histórica, societal y psíquica del hombre, la superación de la condición humana actual requiere de urgentes mecanismos de des-alienación socio-política y un ambiente de verdadera inclusión democrática.

Ante los desgastes epistemológicos de la ciencia en Honduras es urgente y una condición sine qua non retomar los postulados de la vieja escuela de Frankfort con autores como Horkheimer, Marcuse, Walter benjamín, Adorno, Habermas y Karl Otto Apel y tratar desde nuestra condición de subdesarrollo hacer uso de los discursos éticos liberadores encaminados hacia una política de la liberación parafraseando al profesor Enrique Dussel.

Bibliografía.

El miedo a la libertad: Erich Fromm Erich Fromm.

Sociedad, vida y teoría: Manuel Peris Vidal

Teoría crítica de la sociedad:G.E Rusconi

Publicado por UNAH Estudiantes

El periódico estudiantil al servicio de toda la comunidad universitaria para debatir, criticar reflexivamente y comunicar temas referentes a la Reforma Universitaria y la problemática general de la UNAH y de País

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