La metafísica no es una discusión estéril sobre nociones abstractas que escapan a la experiencia, es un esfuerzo vivo por comprender desde adentro la condición humana en su totalidad. … Jean-Paul Sartre
Hace más de 2,000 años Parménides de Elea fundó un nuevo horizonte filosófico dándole un giro radical a la filosofía presocrática, cuando en sus poemas y diversos escritos se hizo la pregunta por la constitución y composición onto-estructural de todo lo real, en este sentido Parménides fundo la metafísica u ontología, filosofía primera como la llamó Aristóteles, filosofía que se cuestiona por el ser último de las cosas, más ellas de sus manifestaciones fenoménicas, esenciales, aparenciales y ónticas. El profesor Julián Marías en algún momento dijo analizando la filosofía de Ortega que todo verdadero y completo sistema filosófico es metafísico por antonomasia, ya que este pretende dar cuenta de la realidad como un todo holístico, y en esto se han caracterizado las metafísicas hasta la crítica kantiana a la tradición metafísica desde la metafísica Parmenidea, Aristotélica, Tomista, Cartesiana de la ontología del Yo, Kantiana, hegeliana etc. Tal como lo dijo Sartre en algún momento la metafísica no son discusiones estériles como lo argumentó el positivismo decimonónico y en neopositivismo del circulo de Viena(Carnap), el rechazo por la metafísica viene por un intento de la fetichización epistemológica de los hechos concretos ignorando como bien lo dijo Karl Popper y Mario Bunge que no puede haber una racionalización epistemológica sobre la constitución de todo lo real si la ciencia se desconecta e ignora los fundamentos metafísicos bajo los cuales la ciencia moderna se construyó.
La ciencia no ha podido dar respuestas sobre los múltiples problemas del misterio del ser (Gabriel Marcel) y posiblemente habrá misterios intelectivamente y epistémicamente inalcanzables por nuestra limitada razón. Aunque la metafísica trate de abarcar e ir más allá de los límites de la ciencia que es más concreta que la razón filosófica que tiende a la especulación y pues hay estructuras de la realidad que son irreductibles al método científico , en tanto solo nos queda la razón y la intelección metafísica.
En los años 70s el profesor German Maquinez Argote filósofo de origen Español radicado en Colombia publica su obra “Metafísica desde Latinoamérica», obra con la cual tuve contacto hace algunos años y de la cual marcó de manera definitiva mi interés por los problemas ontológicos y la metafísica fundamental, sobre todo la critica a las ontologías totalizantes, euro-centristas provenientes del cogito cartesiano de yo, del yo soy, del Yo conquisto, del Yo aplasto, Yo saqueo, la ontología de la lógica dominadora. Argote se une a la lista de filósofos que tratan de pensar en una filosofía y una ontología de la liberación como la denominaba Enrique Dussel en más de sus 50 tomos de su diversa obra dedicada a pensar la realidad Latinoamericana y a la crítica de la dialéctica desde una analéctica.
La crítica Heideggeriana a la metafísica tradicional como ciencia del ente, como el olvido del ser, deviene en Heidegger en la pregunta por el ser-ahí, el ser que se pregunta por el ser, la metafísica se antropológica, coge su envoltura antropológica debido al giro hermenéutico que Heidegger le da a las formas de hacerse las preguntas, cuestión que será determinante en la ontología Heideggeriana y que tanto influenciará a las filosofías de la sospecha como el estructuralismo y el post-modernismo. Heidegger crítica sobre todo a la metafísica anterior haberse olvidado por el ser y preguntarse por los entes, para Heidegger la realidad ultima no es el ente, no son las cosas como se nos muestran en nuestra realidad fenoménica, nuestra inmediatez cotidiana, y con esta crítica retrotrae la pregunta por el ser, el ser es lo que hace que las cosas sean. Porque existe algo y más bien nada? Esta pregunta posiblemente si nos la hacemos una noche podríamos quedar algo angustiados y sentirnos como situación-limite (Karl Jaspers) y experimentar la confrontación existencial entre la nada y el ser que en Sartre es el momento en la cual nuestra conciencia toma conciencia de su condición de ser conciencia para la libertad. Para Sartre la Nada es no es vacío total, significa el momento en el cual la conciencia se aniquila ante la nada y toma conciencia de su puesto en el cosmos y sobre todo de su condición de ser-libre, de ser-ahí, es decir, Dasein. El problema del ser es milenario y medular en la historia de la filosofía occidental, toda postura científica y dedicada a la búsqueda de las certezas, verdades y aproximaciones sobre el funcionamiento ya sea del cosmos, la interacción social y simbólica de los seres humanos, está precedida por una metafísica, es decir, una filosofía primera en términos aristotélicos. La filosofía primera es la que da sentido a otros saberes, rigoriza y radicaliza el problema gnoseológico y epistemológico sobre las formas de aprehender la realidad, una inteligencia sentiente como diría Xavier Zubiri. La disputa en el siglo XX entre neopositivistas y ontólogos, como Niolai Hartmann Martin Heidegger y Sartre, era la polémica por antonomasia; el rechazo a la metafísica no es nada nuevo, incluso en el marxismo clásico existe un rechazo a la metafísica como disciplina “oscura”, hay que hacer notar que el marxismo clásico giró hacia un cientificismo, a pesar de los alegatos y su rechazo por el positivismo de Comte., Marx como bien lo asevera Cornelius Castoriadis, el marxismo se fue por la senda del positivismo, entre la subjetividad de la lucha de clases y el determinismo aplastante de la economía, la búsqueda de las leyes fijas e inmutables fue el acicate del marxismo, dejando a la imaginación y lo imaginario radical en un segundo plano. Siempre es usual escuchar en círculos de intelectuales y jóvenes lectores y no tan jóvenes, escuchar que la metafísica es misticismo puro, algo oscuro y que las construcciones teóricas sobre la problemática del ser son estériles, tal como lo denunciara Sartre el siglo pasado. En este sentido la metafísica no son galimatías como aseveraba Carnap o Mario Bunge, la metafísica desde Aristóteles es la búsqueda revolucionaria de las últimas cuestionantes radicales de la existencia del hombre, cuestionantes que no siempre se nos dejan ver con las herramientas de las ciencias fácticas, entonces al hombre no le queda de otra que hacer meta-filosofía (Rorty) ontología (Heidegger) o metafísica como Zubiri o ética y la búsqueda de la exterioridad metafísica del otro según Enrique Dussel. La metafísica es algo que le acontece al hombre por el hecho de ser hombre, es el acontecimiento en el cual el animal humano, a diferencia del resto de los animales, sobrepasa todos los horizontes de lo inmediato que le oponen el entorno, y así poder abrirse a la totalidad de lo real, por esta apertura de la conciencia existencial del hombre, es animal metafísico. La metafísica y la ontología, a mi parecer desde, este pensar hondureño, es la búsqueda de las certeza de la liberación real y efectiva del ente histórico la vida del hombre es un hacer constantemente como diría Ortega y este rehacer implica la búsqueda de la liberación de todas las esclavitudes históricas, la superación de lo inmediato, del orden establecido, ya sea societal, político y existencial.
Mi preocupación por la filosofía, la ciencia política, la sociología, la historia económica y el psicoanálisis y sobre todo la filosofía entendida como ontología o filosofía primera, como saber que constituye a otros saberes es para darle cuerpo a un conjunto teórico en el cual estoy enfrascado y que en mi próximo libro “Filosofía política, existencialismo y marxismo» adelanto algunos puntos y directrices teoréticas por los cuales mis preocupaciones investigativas estarán encaminadas, sobre todo en el sentido de crear un marco teórico-hermenéutico para analizar la realidad histórico-social y someter a critica todo lo histórico y socialmente existente en nuestra realidad que en muchos sentidos da muestras de agonía y desgaste político-ideológico.
Los vacíos historiográficos en la teoría social de Honduras son gigantescos, la ciencia social da muestras de repetición y calco de paradigmas ya superados en otros lares y que simplemente seguimos repitiendo por no tener una postura crítica ante las teorías que provienen de otras condiciones geo-políticas y contextos histórico-estructurales. Con Enrique Dussel a mi parecer el filósofo más importante de América Latina, junto a Leopoldo Zea que han creado un verdadero edificio teórico para explicar la historia de Latinoamérica y los problemas en la constitución de un pensamiento auténticamente latinoamericano y en ese sentido en la creación de una metafísica u ontológica edificada sobre los cimientos de las ontologías de corte monista y dominadoras y la creación de una ontología de la liberación, una ontología de los oprimidos, desde la condición de dependencia.
Ningún país ha logrado despegar de forma estructural sin antes haber creado formas complejas del pensamiento, sin la ayuda de la filosofía como sistema, sin una verdadera ontología de la liberación y que demuestra y de explicación de la necesidad del cambio estructural, será muy difícil que nuestro país de un paso en la trillada búsqueda de la verdadera y más plena democracia. Lenin dijo en algún momento que sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario, es decir, no hay cambio social y radical sin antes la creación previa de una teoría que explique y dote a la filosofía y la teoría social de una hermenéutica, de una explicación de los hechos científicos y meta-físicos.
La realidad se presta para muchas interpretaciones y se necesitan herramientas conceptuales altamente complejas debido a los mismos niveles que la realidad nos pone por delante. La metafísica desde Honduras debe construirse como método interpretativo, como problematicidad, como hermenéutica y como arquetipo y critica radical de la realidad.
El Progreso Yoro, 20 de enero de 2013.
Bibliografía:
Metafísica desde Latinoamérica: German Marquinez Argote
Introducción a la Metafísica: Martin Heidegger
Metafísica Fundamental. José Gómez Cafarena.