El concepto de poder político en Dussel

Por: Rossel Montes

Enrique Dussel es el filósofo más importante de la corriente denominada «Filosofía de la libración, y posiblemente el pensador más importante de todo Latinoamérica, no solo por su propuesta teórica de ir más allá del pensamiento dominador y de las ontologías de la modernidad, sino por saber integrar y crear un edificio teórico de una tremenda complejidad, una económica, una histórica, una ontológica y una política de la liberación, Dussel también es historiador y teólogo y con grandes conocimientos de economía, cuestión que se deja entrever en sus estudios sobre el pensamiento económico de Marx y sus 16 tesis de economía política de más reciente publicación.

En mi libro «Filosofía política, existencialismo y marxismo» hice una pequeña introducción a Dussel, luego, en mi libro El Ser y el Otro lo vuelvo a retomar, pero ateniéndome en aspectos ontológicos y no tanto políticos. La obra de Dussel es demasiado amplia y ambiciosa. Creo que en Honduras el nombre de Dussel se viene escuchando desde el siglo pasado, la recepción de Dussel en la academia es pobre, casi no es citado, a pesar de la enorme riqueza conceptual que el pensador argentino-mexicano nos da para comprender los entramados de la filosofía y los problemas sociales de la actualidad y las ciencias humanas.

Son muchos los ataques que la ontología política de la liberación de Dussel recibe por parte de sectores marxistas que adversan con el pensador, por razones eminentemente teóricas y prácticas, un ejemplo de eso son los trotskistas, sector de la izquierda sumamente dogmática, y que lo acusan de ser un “pequeño burgués” y de ser una teoría-la filosofía de la liberación- alejada de la realidad, una teoría incapaz de servir para la praxis política. Los argumentos básicos son: que Dussel parte de un revisionismo similar a la Escuela de Frankfort, se refieren a Marcuse, Habermas y Adorno; Dussel parte de la ontología Heideggeriana, la ética metafísica de la exterioridad de Levinas y la preocupación marxiana por la explotación.

Como si Marx no haya hecho revisionismo y partiendo de la misma filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés. Marx partió su sistema teórico de lo más avanzado de su tiempo, el mismo positivismo epistemológico como tan bien argumenta Castoriadis, llevó a Marx a reproducir muchos de los postuladores del pensamiento burgués, Marx no pudo escapar de ese cientificismo, la teorización de leyes rígidas para crear su “socialismo científico” sobre el socialismo utópico; pero siguiendo a Agnes Heller, el mismo «socialismo científico» tiene mucho de utópico. Sobre este tema volveré en otro apartado, ya que el tema es amplio y es para otro ensayo.

Pocas veces en la historia el pensamiento y la filosofía política se ha intentado hacer un desmontaje, un desmantelamiento, una deconstrucción decolonial de una tradición muy antigua, como sabemos la filosofía política moderna desde Hobbes, Marx, Weber y Foucault, que parten del poder como dominación y exclusión, según Dussel estos pensadores han ayudado a crear mecanismos en los que las víctimas de los sistemas políticos no tengan las herramientas para su liberación. Dussel parte su ontología política desde otro ámbito, del ámbito que permite develar la exterioridad del sistema político y económico. La estructura de corrupción moderna que reinó durante cinco siglos, fue el colonialismo Europeo, y recientemente de Estados Unidos, que enseñaban y obligaban a las elites políticas periféricas a traicionar sus comunidades políticas, a sus pueblos, para ejercer el poder para otros.

La potestas (El Estado en último término) era un mecanismo fetichizado de poder despótico contra su propia comunidad política, contra su pueblo (contra la potentia). (Dussel, 2009, pág. 13). Dussel critica fuertemente desde su texto de 1998 Ética de la liberación, Hacia una filosofía política crítica, Materiales para una política de la liberación, 20 tesis de política hasta llegar a su Política de la liberación. Historia mundial y crítica. La política como dominación que parte de las posturas hobbesiana donde el hombre es el peor enemigo del hombre, el hombre es el lobo del hombre. En este sentido la construcción de un concepto de poder político en términos positivos vendría siendo una revolución teórica que se estaría llevando a cabo en suelo latinoamericano, revolucionando toda la filosofía política de Hobbes a Foucault.

El poder para Weber es la capacidad de dominación, la posibilidad de imponer su voluntad sobre los demás en una relación social. No es cual que a partir de la monumental obra teórica de Weber y su sociología de la dominación expuesta en “Economía y sociedad” haya partido las teorías elitistas de la democracia, teóricos como Robert Michels, Pareto, Mosca y sobre todo Joseph Alois Schumpeter, haciendo eco más tarde Robert Dahl, Sartori, Bobbio y muchos teóricos de la democracia procedimental, muchos de ellos norteamericanos como Seymour Lipset y John Rawls.

Esta concepción ha traído muchos problemas y ha alimentado las posturas más reaccionarias de la teoría política contemporánea ya que deja entrever que es el representante quien tiene el poder político y los representados deben obedecer.

Dussel parte de otro paradigma teórico, para Dussel el poder político es la voluntad de vivir: El ser humano es originariamente comunitario. En cuanto comunidades siempre acosadas en su vulnerabilidad por la muerte, por la extinción, deben continuamente tener una ancestral tendencia, instinto, querer permanecer en la vida. (Dussel, 2006, p. 23) El ser humano es ontológicamente comunitario, su ser social se desarrolla en comunidad, podría sonar una perogrullada, pero tiene implicaciones epistémicas profundas, ya que se debate mucho sobre la naturaleza social del ser humano en toda la ciencia social y la filosofía política.

Pero también es un ser individual, esa paradoja dialéctica hace al individuo en sociedad un ser totalmente lleno de complejidades. Esas paradojas del individualismo contemporáneo son expuestas por muchos teóricos como un impedimento para el desarrollo pleno de la comunidad y la irrupción de una ciudadanía activa y una sociedad civil fuerte, en otros términos, en el advenimiento de una democracia más proactiva y participativa.

Dussel pretende superar el paradigma de lo político como dominación desde una ontología de la vida, desde una metafísica del querer vivir, a diferencia de la política como dominación y aplastamiento de unos sectores sociales sobre otros y su impronta destructiva, Dussel nos habla de una raigambre de lo político de carácter positivo, y es el impulso por vivir de toda forma de vida y la vida del ser humano es una de ellas. La voluntad de vivir es la tendencia originaria de todos los seres humanos, La voluntad-de-poder del ser humano, que es posterior a su voluntad-de-vivir, señala la existencia de facultades/capacidades para lograr objetivos concretos. Esta voluntad-de-poder, siguiendo a Dussel (2006, 2009), tiene una de sus concreciones en la formación de instituciones que permitan mantener e incrementar la vida.

Dussel se opone tanto al anarquismo de izquierda como al de derecha, al anarquismo de izquierda desde Bakunin a Daniel Guerin, y de la derecha está Robert Nozik. Los libertarios desean una sociedad sin Estado, ya que ven en él la quinta esencia de la explotación, pero ¿Podemos vivir sin instituciones? Para eso hay que saber que son las instituciones y cómo surgen en el proceso civilizatorio. El ser humano en su proceso evolutivo de ser biológico a un ser histórico, perdió los instintos que lo caracterizaban como un animal, un animal de realidades siguiendo a Zubiri, pero ese animal de realidades evolucionó a un ser instituyente y constituido por un armazón de instituciones que le permiten vivir en comunidad y evolucionar hacia otros estadios como ente histórico. Esta ontología de lo político no se encuentra en Weber ni en Foucault, este último partiendo de una microfísica del poder, pero quedándose en el poder como dominación violenta. Aunque Foucault intenta superar el paradigma marxista del poder político en polémica con Nicos Poulantzas. El poder político solamente puede venir de la comunidad, de su consenso, no viene del Estado, ni del mercado capitalista ni entes exógenos a la comunidad.

El poder político deviene en política y debe servir para el desarrollo de la comunidad, para el desarrollo y perpetuación de la vida humana, que es el único criterio de verdad. Cuando el poder político se corrompe es un poder fetichizado, alienado y destructivo. Es muy importante seguir de cerca los planteamientos de Dussel sobre el concepto de poder político como destrucción y dominación, es muy útil su concepción superadora y revolucionaria ya que la concepción negativa del poder lleva implícita la imposibilidad de que la política pueda ejercerse de forma honesta y con justicia, es decir su genuina finalidad: el bien común. Más que nunca necesitamos un fundamento positivo de la política, sobre todo democrático, que permita a los representantes actuar como verdadera pretensión de verdad y legitimidad.

No es sobrevalorado ni casualidad que de Dussel sea la filosofía más importante de Latinoamérica y que debe ser más estudiado en Honduras ya que sus aportes a la filosofía universal son profundos y novedosos, a través del diálogo con otros pensadores filósofos y corrientes de pensamiento europeo y norteamericano, así como también de otros movimientos filosóficos surgidos en la periferia, que han tratado directa o indirectamente el tema del poder, como por ejemplo Nicolás Maquiavelo, Friedrich Nietzsche, Karl Marx, Emmanuel Levinas, Paul Ricoeur, Max Weber, Hannah Arendt, Carl Schmitt, Ernesto Laclau, Paolo Freire , Karl-Otto Apel, Jurgen Habermas, Franz Hinkelammert, Raúl Fornet-Betancourt o John Holloway, entre muchos otros.

Dussel no sólo ha hecho avanzar el pensamiento latinoamericano, sino que ha acuñado nuevos términos como Pueblo potentia, alteridad, exterioridad, hiperpotentia, Otro.

Honduras es un pequeño país con un enorme potencial político-comunitario y económico, pero lamentablemente siempre ha sido gobernada por una élite corrupta-delincuencial y alejada de todo valor y ética.

Bibliografía

Dussel, Enrique. Hacia una filosofía política crítica, Bilbao: DESCLEÉ DE BROUWER.

Dussel, Enrique, 20 tesis de política, México: Siglo XXI.

Dussel, Enrique. Ética de la Liberación en la edad de la Globalización y de la Exclusión, Madrid: Trotta.

Publicado por UNAH Estudiantes

El periódico estudiantil al servicio de toda la comunidad universitaria para debatir, criticar reflexivamente y comunicar temas referentes a la Reforma Universitaria y la problemática general de la UNAH y de País

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